Galicia y su Patrimonio quedaron al margen de los problemas planteados en las primeras restauraciones del siglo XIX, sobre todo en lo que he definido como la búsqueda de la identidad prerrománica, debido a las dificultades de catalogación estilística y cronológica del patrimonio altomedieval español. La declaración de los Monumentos Nacionales en Galicia se inició tardíamente en 1895, sufriendo con ello un abandono oficial, cuya conservación y restauración no se abordó en la práctica hasta el siglo XX. En el caso de los monumentos más antiguos, a los que se dedica este trabajo, las actuaciones restauradoras se desarrollan en tres periodos perfectamente diferenciados, antes de la Guerra Civil, durante la posguerra y en el periodo autonómico, cada fase y cada intervención orientada por criterios dispares y con resultados diversos, no siempre homologables.