De este clásico de la historia antigua surgió el gran enigma de Tartessos, considerada la más antigua y brillante civilización de Occidente, y la única gran creación política autóctona de la península ibérica. Tartessos, de Adolf Schulten, representa la culminación de una tenaz intuición erudita y literaria que sentó las bases para que, con el tiempo, la historia, la arqueología e incluso el azar nos brindaran una visión más clara y detallada de la civilización tartésica.
Schulten dedicó treinta años a la investigación sobre el terreno, con la ambición de emular a Schliemann, el descubridor de Troya. Aunque no llegó a localizar la ciudad principal de Tartessos, consiguió revivir el antiguo mito de forma más vibrante que nunca. La obra cautivó al público por la fluidez de su relato y por el misterio y la pasión con los que trataba el tema. Su traducción se convirtió en un éxito rotundo que, si bien eclipsó durante años cualquier acercamiento científico al asunto, contribuyó de manera extraordinaria a potenciar los estudios sobre la cultura tartésica tanto en la península ibérica como fuera de ella. Este descubrimiento de Tartessos atrajo, y sigue atrayendo, a día de hoy, la atención de un gran número de lectores.