¿Puede todo un tiranosaurio ser vegetariano, bueno y sensible?
¡Qué dirían en el Cretácico si se enterasen!
Bueno, nadie es perfecto, pero a Rogelio le importan mucho las apariencias, así que lo disimula muy bien... ¡hasta que ocurre un imprevisto! Menos mal que siempre hay un grupito de insectos dispuestos a ayudar. Y, bueno, tampoco son perfectos, tan pequeños y ceceando... ¡hasta que dan con la solución!