Nada hay más sano, ni que promueva más el compañerismo, que el deporte. Eso piensa Perro Apestoso, por eso no duda en proponerle a su fiel amigo Gatochato la celebración de unos Juegos Olímpicos. En ellos podrá participar quien lo desee, y medirse en disciplinas tan importantes como el salto de basura o natación en alcantarilla. ¡Perro Apestoso está deseando colgarse una medalla! Lo que nuestros dos desventurados protagonistas no saben es que el deporte, mal entendido, también es capaz de promover la competitividad y la envidia. ¿Conseguirán las Olimpiadas unir en la deportividad a sus atletas?