Una pareja recorre en coche las carreteras del País Vasco. Ella, Ulia, quiere enseñarle a él, Gustavo, su tierra natal. Eligiendo siempre carreteras secundarias avanzan, pero el pasado los persigue. Esta es una novela sobre la actitud ante los conflictos, sobre la violencia y su legitimidad, y sobre la culpa colectiva y heredada. Pero es también una historia de amor, y un retrato contemporáneo y veraniego del País Vasco.