Hay un momento en la vida de algunas personas en el que deciden iniciar un camino espiritual. Este ha sido llamado Vía iniciática e independientemente de los medios de transporte que se elijan para recorrerla, bien distintas religiones, bien distintas prácticas espirituales, dicha Vía deberá procurar a quien la transita un crecimiento interior real que le permita cada vez una mayor cercanía a Dios. Pero desde el inicio, la Vía representa el reto de encontrarse con paisajes y entornos desconocidos, tanto internos como externos, ya que sus tramos y fases conducen a nuevos lugares con sus propios retos y desafíos. Sin embargo, también las sucesivas etapas guardan elementos comunes para todos los que la siguen, pues el ser humano es el mismo en tanto naturaleza, estructura y elementos formativos, por lo que en la ruta hay muchos componentes reconocibles. Este libro propone una serie de reflexiones sobre la Vía y su recorrido tomando como referentes la sabiduría de las grandes religiones, las enseñanzas de maestros espirituales y la experiencia acumulada por los que la transitan.