La habitación alemana consigue contar, con extrañeza y distanciamiento, la historia de un personaje paralizado en un paréntesis en su vida. La protagonista, una treintañera de la cual desconocemos su nombre, viaja a Heidelberg, ciudad cargada de recuerdos familiares y ecos del pasado, y allí se enfrenta a situaciones tan absurdas como trágicas, sin lograr entender su propio papel dentro de ellas, hasta un final extraño a la vez que inolvidable. Este es el extraordinario debut de Carla Maliandi, una «novela de no aprendizaje», sin moraleja ni crecimiento personal (porque tú también odias los libros de autoayuda, ¿verdad?). «La habitación alemana fue un disfrute mientras la escribía. Escribir sin pensar en publicar es una bendición».