Un libro de memorias destinado a convertirse en un clásico de la literatura contemporánea. «La honestidad de Winterson es abrumadora. Y su prosa, magnética. Desmonta tópicos en cada párrafo.» Andreu Gomila, Time Out
«¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?», preguntó la señora Winterson a su hija Jeanette cuando ella, recién cumplidos los dieciséis años, le confesó haberse enamorado de otra chica. Curiosa pregunta, pero poco más podía esperarse de una mujer que había adoptado a una niña para hacer de ella una aliada en su misión religiosa, y en cambio se las tuvo que ver con un ser extraño que pedía a gritos su porción de felicidad. Armada con dos juegos de dentadura postiza y una pistola escondida bajo los trapos de cocina, la señora Winterson hizo lo que pudo para disciplinar a Jeanette: en casa los libros estaban prohibidos, las amistades eran mal vistas, los besos y abrazos eran gestos extravagantes y cualquier falta se castigaba con noches enteras al raso, pero de nada sirvió. Esa chica pelirroja que parecía hija del mismísimo diablo se rebeló, para buscar el placer en la piel de otras mujeres y encontrar en la biblioteca del barrio novelas y poemas que la ayudaran a crecer.
Eso y mucho más es lo que ofrecen estas páginas excepcionales en las que Winterson se quita la máscara de la ficción para contar la historia real tras su legendaria novela Las naranjas no son la única fruta: un libro de memorias que ya se ha convertido en un clásico de la literatura contemporánea.