Este florilegio no es una antología de poesía religiosa; ya hay varias y buenas. Su preparador, guiado por dos criterios fundamentales, ha elaborado una selección de gran valor. En primer lugar ha buscado la calidad literaria; en ello ha procurado ser riguroso. Y en segundo lugar ha valorado la vibración religiosa y mística de los poemas, que tengan capacidad de emocionar y de conmover, de modo que puedan ayudar a la oración. Respecto a su clasificación, ha preferido que fuera elemental para facilitar la búsqueda de los poemas, agrupados en torno a temas fundamentales de la existencia humana y de las vivencias religiosas.