«Año del Señor de 1327. Mi nombre es Fadrique Ramiro, de la familia de los cereros de Barbastro. Como no pocas son las vueltas y girosque la vida da a la rueda de la Fortuna, acabé estudiando en Bolonia y convirtiéndome en bibliotecario de la Universidad de París. Allípasaba los días entre libros y manuscritos, hasta que el rector meencomendó una misión que muchos otros habían rechazado antes que yo:dirigir la travesía por el Mar Tenebroso para averiguar cuál era sulongitud y describir en un libro todo lo que halláramos».Así da comienzo esta novela en la que José Antonio Fortea, con granmaestría, se ha metido en la piel de un antiguo cronista medieval para recrear los preparativos y la ejecución de una expedición en la queembarcaron quince marineros y volvieron seis tras cien días depeligros, tormentas y calma chicha, por el ignoto océano.El libro del fin del mundo es la crónica de un viaje geográfico yespiritual que nunca ocurrió, pero que pudo haber sido.