En el pueblo, solo Nela conoce el lenguaje de las hadas (de las xanas del norte), y quizás ni eso la ayude a resolver un gran misterio: las vacas de sus vecinos enferman y tiemblan y desaparecen. Será entonces cuando Nela salga en busca de un remedio, topándose por el camino con otros seres mitológicos (un hombre lobo, un dragón (el cuélebre), un ogro hambriento (el pataricu). ¿La guiarán, entre todos, o intentarán engañarla? ¿Y si Nela no fuera más que una niña pequeña? Una «cría fantasiosa» a quien ningún adulto cree.