El logo es un elemento central del branding y, por ello, su diseño se ha convertido en un artealtamente especializado y cotizado. Sin duda, los retos que plantea un buen logo no son pequeños: debe ser compatible con los medios tradicionales y con los infinitos canales de la era digital, y expresar el espíritu de la marca con sinceridad, fiabilidad y economía de medios.