Desde 1895, en poco más de un siglo y cuarto, el fenómeno del cinematógrafo, como manifestación científica y artística, se ha extendido por doquier y producido un significativo impacto al convertirse en vehículo de entretenimiento, cultura, educación, moda y concienciación sobre las condiciones socioeconómicas, políticas y religiosas en cualquier lugar y momento determinados.
Esta suerte de ensayo, con acentos historicistas, pretende acercarse al origen, auge y ocaso del séptimo arte en esta zona del suroeste andaluz.