Poco después de perder a su padre, un sabio que la educó en las artes de la guerra y la política, lady Amelia Sutherland va a Escocia a visitar a su prometido, el teniente coronel Richard Bennett, que combate contra las violentas revueltas de la región. Una noche Amelia despierta en su alcoba y, en lugar de Richard, se encuentra con Duncan MacLean, el carnicero escocés, quien ha tomado a sangre y fuego el castillo para capturar a Bennett. Duncan, cuya prometida ha muerto a manos del teniente, decide que tal vez secuestrar a Amelia es una mejor venganza, y que podrá utilizarla como cebo para atraer a su mortal enemigo. Pero poco a poco comienza a interesarse cada vez más por la bella inglesa, y ella, que había jurado entregar la vida antes de rendirse a los avances de ese brutal guerrero, empieza a encontrar una amabilidad y una gentileza en los modales del escocés que no creía posible. Si en un principio Amelia era tan sólo una pieza en los planes de Duncan, ahora él quiere protegerla a toda costa. ¿Pero cómo hacerlo sin renunciar a vengarse del asesino de su antiguo