Existió un mundo en el que vivían hombres y seres fantásticos y sobrenaturales. Había bosques frondosos con árboles llenos de pájaros, dragones, duendes, elfos, gnomos y hadas. Sucedían allí hechos mágicos y extraordinarios. De eso tratan estos cuentos: una niña que se hace amiga de un ruiseñor que acaba salvándole la vida; un hada que envidia la vida de los hombres y que ocupa el cuerpo de una niña muerta, haciendo así feliz a su madre; un labrador que encuentra en una cestita a la hija que había deseado...
Todas estas historias ocurren porque, como dice Gustavo Martín Garzo, haciendo suya una antigua enseñanza de las hadas: «No hay nada, si se desea con suficiente fuerza, que no llegue a cumplirse».