Un nuevo hogar espera a Rebeca, Jorge y los niños en una tranquila y apacible urbanización. La casa parece estar dominada por el frío, la escarcha y el hielo surgen en los lugares más inesperados sin ninguna explicación. Nubes de vaho que aparecen y se evaporan les acechan desde cualquier rincón. El desván está lleno de muebles y objetos antiguos, entre ellos descubren un viejo andador para niños que restauran para su bebé. Desde ese día, una serie de accidentes hacen que Rebeca se plantee el que tal vez no estén solos en su nueva casa. Su hija, Laura, es la única que sabe lo que ocurre. Su anciana vecina, Isabel, acude a hacerles una visita, tiene algo importante que contarles. A través del juguete preferido de su hijo van a revivir la tragedia que azotó hace décadas a la familia Van Aken, antiguos dueños de la casa. Para luchar contra lo que no pueden ver, primero tendrán que creer en ello.