En este libro se analizan tres capítulos muy importantes de la relación entre creadores literarios argentinos y gallegos. En el primero, la recitadora porteña Mony Hermelo pone su voz, en Buenos Aires y Montevideo, al servicio de la poesía de García Lorca (la castellana y la gallega). En el segundo, se traza la biografía del poeta porteño Eduardo Jorge Bosco (1913-1943), y en el tercero, el autor se centra en un artículo del poeta Francisco Luis Bernárdez (de raíces gallegas), quien, en 1954, escribe una página antológica (“El idioma prohibido”) en la que denunciaba la represión de que era objeto, en Galicia, la lengua gallega por parte del gobierno de Franco.