En un abrasador día de verano, el inspector Blanco irrumpe en la villa de una familia madrileña de clase media para correr a la habitación del hijo. La escena transmitida en vivo en la pantalla de la computadora del adolescente está más allá de la comprensión. Una incursión implacable en el mundo de la dark web y sus "películas snuff", esas películas basura en las que las víctimas no son actores ...