Los grandes acorazados de la batalla de Tsushima, más armados y más blindados que los cruceros ydestructores que los escoltaban, evocan imágenes de altas chimeneas escupiendo densas nubes de negrohollín y de enormes proas partiendo el agua del mar. Pero, eso no es todo, además traen a la mente laimagen de decenas de armas de fuego de todos los calibres instaladas de proa a popa, listas para luchar porel control de los océanos. La artillería principal iniciaba las batallas y, al lento y pausado ritmo de lasgrandes piezas de artillería, pronto se unía el rápido fuego de las armas de calibre medio; una lluvia deletales proyectiles dispuestos a abatir al enemigo.Y junto a la amplia gama de piezas de artillería, hallamos los novedosos torpedos, artefactos explosivos autopropulsados que, aunque con un corto alcance, disponían de una ojiva enorme para crear un granboquete bajo la línea de flotación y, un único torpedo que diera de lleno en el blanco, podía enviar a unpoderoso acorazado al fondo del océano.Este libro de referencia, nos guiarán por cien años de historia, desde el momento en que fue instalado elprimer motor de vapor en una pequeña barcaza, hasta el momento cuando los grandes acorazados seconvirtieron en el principal barco en una marina de guerra.
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