En este libro, David Crystal, una de las principales autoridades sobre cuestiones del lenguaje, reúne por vez primera las tres principales tendencias que han alterado de manera fundamental el panorama lingüístico: la aparición del inglés como la primera lengua verdaderamente global; la crisis que afrontan gran número de lenguas que se hallan en peligro de extinción o prácticamente extintas, y la influencia de Internet al abrir nuevas vías de uso del lenguaje que han dado lugar a una forma a la vez hablada y escrita, pero distinta de ambas.