Dicen que atrapa desde el primer capítulo con sus frases cortas y sus comas racionales. Que da vuelcos felinos y sorprende a cada vuelta de página. Que ha sido disfrutada en la gestación y que ello retraslada a su lectura. Que en la novela están importante lo que se dice como lo que se esconde. Que puede resultar polémica. Políticamente incorrecta incluso para lo políticamente menos correcto. Dicen que supura un profundo pesimismo antropológico y que, sin embargo, es capaz de hacer reír. Que es ácida y descarnada. Una forma de neo-tremendismo que descoloca y noquea al lector. Que lo sacude. Que deja un poso de literatura de verdad. Trabaja. No construida desde parámetros comerciales de usar y tirar. Dicen…