Escrita hace veinticinco años, El placer del amor es un compendio de humor y sabiduría, una novela provocadora que no ha perdido un ápice de su actualidad. Un día gris cualquiera, un hombre cualquiera y un vuelo de lo más aburrido entre París y Londres... y de repente, ese hombre levanta la vista y ve a Chloe, su vecina de asiento, una joven de ojos verde agua, hombros quebradizos y uñas mal cuidadas. Cuando el avión aterriza, él ya sabe que esa es la mujer de su vida. Es más: su amor es único y va a ser eterno. A la semana siguiente, los dos cenan juntos por primera vez, y poco después dormirán juntos. Empieza la aclimatación a ese país extranjero que es el cuerpo del ser amado, pero aún no sabemos si este momento mágico tiene mimbres para convertirse en un proyecto de futuro, cabalgando los fastidios de un desayuno donde falta la mermelada que más nos gusta o una cena con los padres de ella. Habrá que esperar... Mientras esperamos y leemos, Alain de Botton pone en tela de juicio ese misterio llamado amor, y en la tarea le ayudan los consejos de grandes intelectuales, empezando por Marx y siguiendo con Voltaire, Oscar Wilde y Camus.