Anna vive junto a su padre Ephraim y su hermana Agnes en Bursley, una de las poblaciones de las Cinco Villas, célebres por su industria alfarera. Plegada a la estricta disciplina impuesta por su padre, su vida discurre de manera tranquila entre su hogar y la escuela metodista. Esta monotonía se ve alterada cuando alcanza la mayoría de edad y resultan evidentes las atenciones que le dedica Henry Mynors, el soltero más codiciado de Bursley. Anna se enfrenta entonces al dilema de claudicar bajo el yugo paterno o seguir los dictados de su corazón y su conciencia.
Ambientada en los albores del s.XX, la novela nos regala un personaje femenino inolvidable, que encarna las contradicciones que le embargan al tomar las riendas de su propia vida en una época de álgidas transformaciones sociales.